jueves, 5 de abril de 2012

KIOTO 6: NARA

Vamos hacia Nara. Hoy es el día más frío de todos los que llevamos aquí y no hay previsión de lluvia pero tampoco despeja. Los templos de Nara están ubicados casi todos en un parque y es a los que nos vamos a limitar porque la intención es bajar el ritmo para darle descanso a Miguel. La peculiaridad es que allí conviven dos mil ciervos en libertad. Antes de entrar en el parque, cartelito; los ciervos rara vez atacan a las personas pero, ojo, cornadas, patadas en la cara, mordeduras...vamos peor que un mono. Resultaron ser muy dóciles y manejables aunque Miguel teniendo una varita en la mano, ni ciervos ni nada.



Allí vimos tres templos. El Todai-Ji es famoso por tener dentro al Daibutsu (Gran Buda). Paseando por la sala que lo contiene vimos un revuelo de niños en fila. Resulta que uno de los pilares gigantes del templo tiene en su base un agujero por donde cabe un niño presumiblemente pequeño. Laura había leído algo sobre alargar la vida, la vida eterna o nosequé, así que Miguel a la cola. Yo del otro lado esperaba con la cámara mientras veía salir por el agujero a niños y a algún que otro adulto escuchimizado para hacer la gracia (trabajito costaba salir). Miguel pasó una vez pero como siempre repite se nos escapó corriendo y tuvo el atrevimiento de saltarse la cola a empujones (para saltarse una cola en Japón hay que ser un suicida o no tener conocimiento).


La primera

Y la segunda

Con el frío que hacia comimos en el primer sitio que encontramos. Sopita caliente.
Luego nos dirigimos al santuario Kasuga Taisha de color naranja y sembrado de faroles. Todo aquello encendido (dos veces al año) tiene que ser mágico.






Y finalmente nos dirigimos, cansados de templos, a dar una vuelta por Naramachi, una zona llena de casas tradicionales japonesas ideal para pasear mientras el pollito roncaba en su carro.
De camino a la estación de tren para volver a Kioto se nos ocurrió hacer una compra en un hipermercado para llevarnos algunos alimentos de aquí. Sé de un cocinitas que seguro que se ofrece a prepararnos algo.
Hoy cenamos en la habitación. Comienza la cuenta atrás para la vuelta.

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