LLEGADA A JAPÓN

Escribo esto en el avión, a unas tres horas de aterrizar en Tokio. Ayer cuando acosté a Miguel le pregunté si tenía ganas de ir a Japón y me dijo que no;

- Me da miedo...

- Miedo de qué Miguel?

- xxxx se cae el "ayón"...

Casi me meo encima del susto.

Bajé e hice cábalas sobre premoniciones y otras hierbas, hasta que alguien me dijo que me dejara de gilipolleces. Al final pensé que en la guardería habían comentado algo delante de él y lo estaba repitiendo el chiquillo. Nada más lejos de la realidad, si esto fuera una película la primera escena habría sido la de la conversación en la habitación y la segunda Miguel (literalmente) agarrado al quicio de la puerta del avión gritando a pleno pulmón y yo tirando de las piernas del niño como un poseso.

Un infierno, UN INFIERNO de vuelos hasta que en el tercero se ha quedado dormido a las seis horas. Increíble pero le daba terror mirar por la ventana. En su favor decir que la falta de sueño y el no encontrar una postura para dormir lo ha crispado muchísimo.

He dormido una horita y Laura algo más con el niño encima.

No sé si estoy cenando o desayunando, en cualquier caso me he comido esto

Le echan agua caliente y tenemos fideos de arroz, trozos de pescado y gambas flotando. Estaba muy bueno.

Laura ha preferido esto otro

Nos quedan dos horas para aterrizar y una y media de tren hasta el hotel.

Lo mejor es que el carrito de Miguel desapareció en el segundo vuelo...

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Al final extraviaron el carrito y en el aeropuerto nos han dado uno de juguete bastante sucio.

Compramos nuestro billete de tren y después de una hora y media hemos llegado al hotel. El check in era a las 2 de la tarde y hemos llegado a las 12:15 pero con la pinta que traíamos han visto conveniente quitarnos del paso de los clientes y sobre la una nos hemos metido en la habitación. Hemos dormido un par de horas pero Miguel está acusando el jet lag y lo mismo se queda dormido por los rincones que cuando se despierta tiene una actividad irrefrenable.

Después de la ducha hemos ido a dar un paseo pero llovía y sin el carro y con Miguel en brazos dormido no hemos durado ni una hora en la calle. Hemos decidido descansar para mañana empezar temprano así que hemos comprado comida en la calle

Tempura para Laura y Miguel

La tempura es el frito de pescado y verduras rebozadas de toda la vida pero por lo visto el rebozado es el secreto, no es como el nuestro es, no sé como decirlo, más sutil

Y sushi para mi

Y esto también para mi